
Qi Gong: la Mejor Medicina Por Yanet Schellert
Cuando mi esposo me soltó la noticia de que viviríamos en Hong Kong, mi corazón latió a mil por hora. No lo podía creer. ¡Estuve tan contenta! Esta ciudad nos dio la alegría de poder visitarla tres veces con nuestras dos hijas. Ellas eran pequeñitas cuando viajamos por primera vez desde Suiza en el 2009. Tenían 5 y 3 años. Seguimos visitándola con ellas de adolescentes, un par de veces más, la última en el 2018 y nunca nos imaginaríamos que viviríamos aquí.
Hong Kong tiene un carisma especial. Puede ser su geografía, su historia, su gente, su gastronomía, o todo el conjunto de elementos que la conforman. Estamos aquí desde hace tres meses y cada día descubro un detalle más que me apasiona. Me entristece que nuestras hijas no vivan con nosotros. Ellas se quedaron en Europa terminando sus estudios y las estaremos visitando o ellas a nosotros.
Pero volviendo a Hong Kong, en mis visitas siempre me sorprendía la cantidad de personas que se ejercitaban en sus parques. ¡Jamás pensé que las iba a imitar!. Hasta que conocí a Theresa Derrick, mi maestra de Qi Gong.
Fue en el grupo de Chatters, de la American Women ́s Association (AWA). Todos los jueves, un grupo de miembros, entre ellos Jackie, su Group Leader, se reúnen a tomar café y dan la bienvenida a las nuevas miembros, como yo. Ahí fue que conocí a Theresa.
– ¿Quieres hacer estiramientos? (streaching) me preguntó. ¡Claro!, le respondí. Pensando que realmente iba a hacer eso.
¡Qué equivocada estaba!
En Qi Gong se sigue una secuencia de 8 movimientos . Theresa me mostró en media hora 2 de ellos.
El Qi Gong es considerado el Yoga de los chinos. Consta de diferentes secuencias que combinan la meditación y el movimiento para mejorar la salud. Es considerado parte de la Medicina Tradicional China. A diferencia del Tai Chi, considerado un arte marcial por excelencia, el Qi Gong es. un medio para lograr la salud. Con él, se puede aumentar o hacer circular nuestra fuerza vital o Chi (Qi) para sentirnos mejor. Y así fue como me sentí al terminar la media hora de clase.
– Los movimientos son muy lentos, no hay que darnos prisa. Me dijo Theresa. Qi Gong estaba basado también en el Kung Fu. De hecho algunas sequencias se parecen mucho, salvo que en Qi Gong no es una autodefensa. Mi favorita es el movimiento estilo Kung Fu de levantar una pierna, controlando el equilibrio, levantando los brazos como un ave en vuelo.
Y claro, la secuencia de la Opera China, como Theresa lo dice. Los brazos bajan y suben de manera alternativa.
– Piensa que eres una cantante de Opera China y baja y sube los brazos con elegancia. ¡Con drama!
Cuando regresaba a casa, sentí una gran tranquilidad. Me sentí menos estresada y lo noté en mis articulaciones al día siguiente. Fue como si las hubieran engrasado. No puedo olvidar que llegué a Hong Kong cansada después de todo el proceso de mudanza desde Alemania. Y el trabajo no cesaba con los mil y un trámites que como extranjero se deben de solucionar al llegar a un nuevo país. Definitivamente el Qi Gong me ayudó a desestresarme de todo el proceso de cambio.
Lo bonito de esta clase con Theresa, es que que además de hacer ejercicio, todas las aportaciones de los participantes se donan a la Asociación Nesbit Center Ltd. Ella no cobra ningún honorario.
Las reuniones del grupo Chatter se llevan a cabo en el Museum Cafe 8, que pertenece al Maritime Museum Hong Kong.
Para tomar la clase de Theresa, no se necesita pertenecer al AWA.
Realmente mi felicidad fue haber encontrado este grupo y haber tenido el privilegio de practicar Qi Gong con Theresa. Y aunque suene cursi, haber experimentado todo esto frente al mar y contemplar la belleza de Hong Kong, experiencia que no tiene comparación.
Aunque debo de ser sincera y admitir el Qi Gong era para mi una actividad para los retirados. Bueno, cuando vi a los hongkoneses, yo estaba en mis treintas, y ahora en mis cincuentas, pues debo aceptar que soy una aspirante perfecta a practicarlo. Si ustedes conocen a Theresa, se sorprenderán de lo ágil y en forma en que ella está. Voy corriendo para mantenerle el paso cuando caminamos las dos por las calles de Hong Kong. Sí, ¡definitivamente los hongkoneses se mantienen en forma con el Qi Gong!
El Qi Gong no tiene edad, por supuesto. Pero los beneficios son notorios. Para mí fue una manera de complementar mi rutina de ejercicios con la tranquilidad y el balance del Yoga chino.

Es una forma de mejorar el balance de nuestros cuerpos logrando un impacto en el control muscular. Ayuda al flujo de energía para prevenir enfermedades, pues elimina bloqueos. Es el flujo positivo de la energía por nuestro cuerpo.
Otra secuencia o movimiento que me encanta es separar el agua. Esta consiste en mover las manos en sentido contrario. Realmente uno se imagina que esta moviendo el agua del mar utilizando cada brazo en dirección contraria. Para esto sólo se necesita el ritmo perfecto hacia cada lado de nuestro cuerpo.
Haber llegado a Hong Kong y encontrar esta clase con Theresa, me dejó muy relajada y energitizada. Por eso, siempre que puedo, vuelvo a practicar Qi Gong al Museum Cafe 8.
Si les gustaría practicar esta disciplina, no dejen de contactar a Theresa en el Museum Cafe 8. No sólo dedican tiempo a si mismos, a su balance interno, sino que aportan un granito de arena para la asociación Nesbit Center Ltd con su pago. Espero verlos en las clases de los martes o jueves a las 10:00 am.